Porque Discipular

¿Por qué Discipular?

Imagina que tú eres un pastor y encuentras alguien con una unción y un  talento maravilloso para dirigir la alabanza y adoración en tu iglesia. Esta persona es la respuesta a las oraciones que han hecho por tanto tiempo, así que rápidamente lo instalas como el nuevo director de música y alabanza.

Poco después parece que Dios te ha enviado la persona perfecta para dirigir al grupo de jóvenes. Tiene carisma, a los jóvenes les gusta mucho y maneja la Biblia súper bien. Además se graduó del instituto bíblico que más te gusta a ti. Otra respuesta a tus oraciones.

Como si eso no fuera suficiente, parece que Dios te ha enviado a la perfecta mujer para dirigir to departamento de niños. Tiene 15 años de experiencia trabajando en una iglesia grande y ha hasta desarrollado su propio material. Otra respuesta a las oraciones.

Pero al año o menos, comienzan a surgir los problemas. Te das cuenta por medio del “ministerio de chismería” que tu director de música tiene un problema serio con su carácter y fácilmente se enoja, algo que nunca ha manifestado en la iglesia. Pero, cuando se enoja en la casa, le golpea fuertemente a su esposa y sus dos hijos, de edades de 10 y 14 años.  Ellos están anticipando el día cuando sean mayores para salirse de la casa para no tener que seguir aguantando el abuso —si es que él no los mata o ellos a él primero.

También resulta que el director de jóvenes es muy bueno con las manos —o sea, que es muy bueno para “imponer” manos donde no le corresponde sobre la jovencitas del grupo de jóvenes. Recibes una llamada que tu director de jóvenes acaba de ser arrestado por la policía por abuso de niños.

Como si estas malas noticias no fueran suficiente, a la siguiente semana, a tu directora de niños le recuperan su carro por no pagar su deuda, y la sacan de su apartamento por no pagar la renta. Ella quiere venir a vivir con la familia del pastor. No era que no ganaba suficiente, pero no sabía manejar sus finanzas.

¿Qué es lo que cada persona tenía en común? Por el lado positivo, cada uno estaba bien calificado y preparado para desarrollar su ministerio.  Pero, desafortunadamente, todos tenían otra cosa en común: Ninguno había sido discipulado para saber cómo vivir la vida cristiana y por consecuencia, cuando tenían estos retos en sus vidas, ninguna preparación para el ministerio les funcionó.

Frecuentemente, los pastores confunden el “equipamiento” (cómo hacer) con el “discipulado” (cómo vivir). Asumen que si alguien llega bien preparado para desarrollar un ministerio o el pastor mismo le enseña cómo desarrollar aspectos del ministerio, automáticamente saben cómo vivir la vida cristiana. Pero estos dos elementos: ¡Equipamiento y Discipulado son totalmente diferentes!  La Gran Comisión se trata de hacer “discípulos”, pero nosotros hacemos “convertidos” e inmediatamente los equipamos, brincando por total el proceso que Jesús nos envió a hacer: Discipulado.

La persona que dirige un ministerio porque está bien equipada, pero que nunca ha sido discipulada, puede hacer mucho más daño que bien. Es la pasión de este ministerio desarrollar el material necesario para ayudar en el proceso de “Discipulado”.  Jesús nos dio el mejor material para este proceso: El Sermón del Monte. Éste trata con cómo desarrollar las relaciones con Dios, con amigos, esposos, enemigos, los malos, el dinero, las prioridades, etc.

Aquí tú tienes o tendrás disponible todo el material necesario para desarrollar un plan de discipulado en tu iglesia o si eres un individuo sin alguien que te guíe. Ofrecemos los audios donde tú puedes escuchar o bajar los MP3 con las hojas correspondientes en formato PDF.

Escucha primero la serie “De Creyente a Discípulo” y después la serie “Cómo Vivir”. Como todo lo digital en este sitio, este programa es completamente gratis. Lo único que le pedimos es que seas fiel al discipulado y que nos dejes saber si te ha sido de bendición. Te invito al siguiente enlace:

Cómo Vivir